Hoy
día ir de compra es una actividad
normal, una necesidad que se debe
efectuar en determinado tiempo y con mucha frecuencia , sin embargo, veces se convierte en un acto muy gratificante para algunas personas, pero, cuando esta acción se trasforma totalmente necesaria para sentirte bien,
inmediatamente se cae en la categoría de un comprador compulsivo.
Pero nos preguntamos que hace que una persona con tendencia a comprar desmedidamente , no puede detenerse. En primer instancia, el individuo que padece de este trastorno presente niveles de autoestima bajo, buscan mantenerse apreciado por lo que adquieren o tienen, como expresa Sánchez, 2013) a través de las compras compulsivas lo que busca es cumplir deseos, alcanzar el confort, busca novedades, satisfacer la vanidad, imitar a otros, seguir de moda, sentir seguridad y conseguir reconocimientos entre otros.
Cuando un compulsivo observa las imágenes que desea comprar, de inmediato se iluminaba el núcleo accumbens (uno de los núcleos del placer), y con el precio se estimulaba la ínsula (un centro que participa en el miedo y la anticipación). Pero, para los compradores compulsivos, este núcleo de la anticipación parecía no afectarse, pues, no puede evitar comprar y volvían a casa sin dinero. Además, el cerebro de los compradores compulsivos actúa diferente, por esta razón pierden el control y continúan impulsados a la compra. (Méndez R,2013). Esto coincide con el argumento de la psicóloga y psicoanalista Tamez Peña cuando un comprador compulsivo realiza compras, esto le produce placer, permitiendo que el cerebro suelte sustancias de tipo dopamina y endorfinas las cuales nos hacen sentir bien. Sigue explicando que una vez que alguien cae en el problema de las adicciones es porque nuestro cerebro está configurado para responder ante el placer y el dolor; es así como buscamos el placer y tratamos de evitar el dolor.
En pocas palabras las adicciones a la compra tienen que ver con la aptitud del individuo, su cerebro busca placer constantemente, violando el semáforo rojo que le indica que no debe pasar , de lo contrario podría sucumbir en largos periodos de tristezas y depresiones. Por otro lado, también, los medios publicitarios influyen indirectamente en los compradores compulsivos provocan que los mismos sigan adquiriendo más y más artículos y objetos que finamente son acumulados en la casa o se dañen.
Finalmente, comprar es una delicia, que provoca placer y bienestar, no obstante, debilitarse a un nivel muy bajo por comprar objetos es un peligro que nos llevaría a la ruina y en algunos casos, la pérdida de nuestros amigos y seres queridos. Recuerde todo se inicia como un juego que luego, se trasforma en una seria amenaza.
Bibliografia
Pero nos preguntamos que hace que una persona con tendencia a comprar desmedidamente , no puede detenerse. En primer instancia, el individuo que padece de este trastorno presente niveles de autoestima bajo, buscan mantenerse apreciado por lo que adquieren o tienen, como expresa Sánchez, 2013) a través de las compras compulsivas lo que busca es cumplir deseos, alcanzar el confort, busca novedades, satisfacer la vanidad, imitar a otros, seguir de moda, sentir seguridad y conseguir reconocimientos entre otros.
Cuando un compulsivo observa las imágenes que desea comprar, de inmediato se iluminaba el núcleo accumbens (uno de los núcleos del placer), y con el precio se estimulaba la ínsula (un centro que participa en el miedo y la anticipación). Pero, para los compradores compulsivos, este núcleo de la anticipación parecía no afectarse, pues, no puede evitar comprar y volvían a casa sin dinero. Además, el cerebro de los compradores compulsivos actúa diferente, por esta razón pierden el control y continúan impulsados a la compra. (Méndez R,2013). Esto coincide con el argumento de la psicóloga y psicoanalista Tamez Peña cuando un comprador compulsivo realiza compras, esto le produce placer, permitiendo que el cerebro suelte sustancias de tipo dopamina y endorfinas las cuales nos hacen sentir bien. Sigue explicando que una vez que alguien cae en el problema de las adicciones es porque nuestro cerebro está configurado para responder ante el placer y el dolor; es así como buscamos el placer y tratamos de evitar el dolor.
En pocas palabras las adicciones a la compra tienen que ver con la aptitud del individuo, su cerebro busca placer constantemente, violando el semáforo rojo que le indica que no debe pasar , de lo contrario podría sucumbir en largos periodos de tristezas y depresiones. Por otro lado, también, los medios publicitarios influyen indirectamente en los compradores compulsivos provocan que los mismos sigan adquiriendo más y más artículos y objetos que finamente son acumulados en la casa o se dañen.
Finalmente, comprar es una delicia, que provoca placer y bienestar, no obstante, debilitarse a un nivel muy bajo por comprar objetos es un peligro que nos llevaría a la ruina y en algunos casos, la pérdida de nuestros amigos y seres queridos. Recuerde todo se inicia como un juego que luego, se trasforma en una seria amenaza.
Bibliografia
Sánchez, P. (2013). Comunicación y
atención al cliente. Madrid, España: EDITEX .
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