martes, 7 de febrero de 2017

El engañador

Todos algunas veces hemos sido engañado, o quizás en varias ocasiones, pues de toda manera casi  nadie se puede escapar  de tal  flagelo.  Pero lo peor de todo es la secuela que deja ser víctima del engaño.  Hoy deseo compartir los rasgos característicos del engañador. A pesar de que existen mecanismos y técnicas modernas para detectar y corregir muchas situaciones en la vida, todavía no se ha creado un instrumento que nos prevenga totalmente del engaño.

Dentro de los rasgos característicos que posee una persona hábil en el engaño están los siguientes: siempre el que engaña suele ser muy  amistoso para atrapar su víctima,  se muestra cooperativo al principio hasta que obtiene lo que busca, cuando te habla  evita  mirarte  a los ojos, muestra simpatía con tus preferencias y juega un papel formidable como actor de cine,   analiza  tus emociones, sentimientos y hasta tu accionar  y casi siempre cuenta una historia que le ha pasado algo trágico o desafortunado para buscar tu sensibilidad.  En ocasiones exhiben valencia para mostrarse como tu ayudador en tareas que quizás no la pueda realizar por ti solo. 

Presentan careta de piedad, sin embargo, detrás, se encuentra el monstruo bien escondido, que solo la luz lo puede desenmascarar, son capaces de adaptarse a cualquier situación simplemente para lograr su cometido. El que hace fraude lo simula tan bien, que finalmente ellos mismos creen que es verdad,  es decir, caminan encima de un platform tan delgado que piensan que lo va a sostener por mucho tiempo.

El que suele engañar siempre te lisonjea para aprovechar el momento de debilidad. Siempre utilizan un traje distinto para camuflajear  su oscuridad, pero si observa bien en su interior se dejan ver por instante indicios lúgubres de su maldad proyectada.  Pero lo peor de todo desaparecen por arte de magia cuando finalizan su diestra misión.


En fin, uno nunca sabe cuándo estamos enfrente de un  engañador, siempre cambian de estrategias para hacer más eficaz sus hazañas, no obstante, alguna de ella puede fallar y dejarlo al descubierto. 

El sentimiento de ser engañado es nefasto y hasta nos provoca reacciones de ira con uno mismo , por que en el fondo nos dejamos llevar poco a poco de esta fuerza peligrosa.  Pero lo importante de todo es que engañador va cerrándose puertas hasta que finalmente se encuentra  solo en el camino y acorralado.

Escrito por David Meregildo...


No hay comentarios:

Publicar un comentario