Hoy día el profesional debe exhibir en lo más posible una conducta intachable y aún más cuando éste mantiene una cercanía con el cliente. En vista de las necesidades y los servicios
que ofrece el terapeuta es vital que el mismo este en plena consciencia de sus actividades
y características que debe modelar para garantizar credibilidad y mostrar un
verdadero interés por el bienestar de sus pacientes.
De acuerdo con Oblitas L, estable algunos principios claves que debe
reunir un terapeuta con buena formación, dentro de los cuales están:
Aceptación. Esta característica hace referencia al respeto, a
la preocupación y al interés que el terapeuta muestra por el cliente, siendo
importante que el cliente perciba esto. Es más interesante como dicen Beck,
Rush, Shaw y Emery (1983) la percepción de la aceptación, que el grado real de
aceptación que muestre el terapeuta.
El terapeuta, al prestarle atención al cliente, está
trasmitiéndole su aceptación. Además, ésta es expresada a través de sus gestos,
su tono de voz, sus expresiones verbales, etc. Sin embargo, la manifestación de
la aceptación por parte del terapeuta varía a lo largo del proceso terapéutico,
siendo ésta más importante al principio de la terapia, que a lo largo de ella.
No queriendo con ello decir que no se le preste atención a lo largo de todo el
proceso.
Empatía. Esta es una de las características que más resaltan
y tienen en cuenta la mayoría de los
autores que hablan de la relación terapeuta-cliente Beck et al., 1983. La empatía
hace referencia a la capacidad para comprender los sentimientos del otro., o ponerse
en el lugar del otro. Así por ejemplo, si un paciente dice "no sé si seré
merecedor de esta persona" una respuesta empática sería "no te crees
lo suficientemente bueno para ella". Si la respuesta fuese "quizás no
sea ella la persona que te conviene", el terapeuta estaría dando una respuesta
desde su punto de vista.
Honestidad. El terapeuta
debe ser honesto y legal con el cliente, expresando de manera abierta y clara sus
opiniones (Ruiz y Villalobos, 1994). De todos modos esta honestidad hay que
manejarla con cuidado, porque ser claro
no significa decir todo lo que se piensa u opina sobre el paciente. En algún
caso llegar a asegurarle al cliente que se recuperará, puede hacer que perciba
al terapeuta como poco sincero o absurdo. En cambio, demostrar al paciente que
sus síntomas pueden eliminarse corrigiendo sus ideas poco realistas y sus
conductas, puede ser más adecuado. Ser ambiguo con el cliente puede hacer que éste
desconfíe del terapeuta, de su validez, y no exprese sus problemas abiertamente,
dificultando la relación y por lo tanto la terapia.
Credibilidad. Que sus palabras y Acciones (sean creíbles, válidas) tengan crédito, que
sean fiables como fuente de información, es una de las características básicas
de un buen terapeuta. A mayor credibilidad, podríamos decir más crédito, mayor
respecto del paciente hacia el terapeuta (Johnson y Matross, 1977).
Flexibilidad. Es importante que el terapeuta sea flexible, para
ajustar su estilo a las necesidades de cada paciente (Cormier y Cormier, 1994).
Los terapeutas flexibles adaptan métodos y técnicas a sus pacientes en lugar de
forzar a estos a adaptarse a sus técnicas. Buscan el modo más adecuado para que
cada paciente puede realizar las tareas impuestas.
Conocimiento de sí mismo. El terapeuta es también una persona, al igual que
su cliente, con sentimientos, pensamientos e incluso con problemas, pero éstos
debe mantenerlos a un lado y no permitir que influyan en su relación con el
cliente. Ha de centrarse en la terapia y, sentirse válido, capaz y competente
para ayudar a su cliente. Si éste no es el caso podemos transmitir sensaciones
de inseguridad, fracaso, etc. al cliente.
En
resumen, cada profesional de la conducta debe reconocer y fomentar un modelo de comportamiento y preceder que este en sintonia con la necesidad de sus clientes, debido que el terapeuta es visto como aquel individuo sobrio en su accionar y que pone en práctica su formación en beneficio o el bienestar de los demás. Pero tambien, esta en completa consciencia de su potencia y limitaciones cuando ejerce su profesión.
Escrito Por David Meregildo A.......
Escrito Por David Meregildo A.......
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